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19 de abril de 2011

Cómo preparar un currículum para EEUU, Reino Unido o Irlanda | Jacobo Tarrío




Hoy voy a dar un paso más en mi campaña “voy a sacaros a todos de España de una vez”, explicándoos cómo elaborar y mandar un currículum para EEUU, el Reino Unido o Irlanda.


Si pensabais que bastaba con tomar vuestro currículum español, traducirlo al inglés, y mandarlo, estabais completamente engañados: las convenciones sobre qué se debe incluir en un currículum, cómo debe estar estructurado, etc., son diferentes de un país a otro, así que probablemente meteríais la pata si hicieseis eso. Por suerte para el tema que nos ocupa ahora mismo, los currículums (o currículos, o currículunes, según prefiráis) son muy parecidos en EEUU, Reino Unido e Irlanda, así que los mismos consejos os servirán para los tres países.


El primer punto es que un currículum ha de ser breve: una o dos carillas. Si os parece que eso es muy corto y que no tendréis espacio para plasmar toda vuestra experiencia vital en toda su amplitud, estáis en lo cierto: el currículum debe ser sucinto y contener sólo la información relevante para el puesto al que optáis.


No puedo dar suficiente énfasis a este consejo. Imaginad que recibís mil currículums diarios, y de estos tenéis que determinar cuáles encajan con el puesto de trabajo y cuáles no. Ahora imaginad que, a las tres de la tarde, después de 600 currículums, os llega un mamotreto de cinco páginas. ¿Le echaríais un vistazo, o lo pondríais en la pila de rechazados directamente? Y, si lo leyerais, ¿pasaríais de la segunda página?


En EEUU no os pedirán el “curriculum vitae” sino el “résumé”. El currículum vitae, en EEUU, es una relación completa de todo lo que habéis hecho, todos los estudios que habéis realizado, todos los trabajos que habéis tenido, vuestras publicaciones, patentes, actividades de voluntariado, etc. Este currículum vitae puede tener varias páginas de extensión, y nunca se manda a una empresa. Lo que se manda a la empresa es un resumen (de ahí lo de “résumé”) que sólo contiene lo más relevante para el particular puesto al que se opta, y tiene una o dos carillas de longitud.


En el Reino Unido e Irlanda no tienen la palabra “résumé”, así que os pedirán que mandéis el curriculum vitae, pero lo que tenéis que mandarles es el resumen de dos carillas. Para evitar confusiones, a partir de este punto diré siempre “résumé” y así sabréis que me refiero al documento de dos carillas que es posible que lean en lugar de al mamotreto de varias páginas que irá directo a la basura.


Un résumé se divide en seis secciones: datos personales, objetivos (en EEUU) o perfil (UK e Irlanda), formación, experiencia, otra información relevante y referencias.


En el apartado de datos personales tenéis que incluir vuestro nombre, dirección, teléfono y email. No incluyáis foto, sexo, grupo étnico, estado civil, número de hijos o datos personales de este tipo, y no os recomiendo que incluyáis la fecha de nacimiento o edad. La legislación anti-discriminación en EEUU es muy fuerte, y las empresas no quieren arriesgarse a que un candidato al que han rechazado los denuncie por discriminación, así que muchas tienen por política tirar a la basura sin leerlos los résumés que contengan cualquier dato delicado. Es cierto que, en muchos casos, la etnicidad se puede deducir por el nombre, y la edad por la experiencia, pero así están las cosas.


El apartado de “objetivos” o “perfil” (dependiendo de si es para EEUU o el Reino Unido/Irlanda) es un poco complicado de describir, principalmente porque a mi no me gusta mucho. Para “objetivos” deberíais incluir, en una sola frase, cuál es el objetivo profesional que pretendéis alcanzar mediante ese puesto de trabajo (por ejemplo, “formar y dirigir un equipo de ventas de categoría mundial”); para “perfil” deberíais describir, en una sola frase, qué es lo que os hace diferentes de los demás (por ejemplo, “ingeniero informático con larga experiencia en sistemas masivamente distribuidos y data-mining y dotes para la dirección”).


A mi, en particular, no me gusta incluir la sección “objetivos”, porque opino que su lugar es la carta de presentación (de la que os hablo más abajo) y en el résumé no hace más que ocupar un espacio precioso. La de “perfil”, en cambio, sí, porque ayuda a que la persona que lee el résumé piense en ti de la manera en que a ti te interesa.


En el apartado de “formación” debéis incluir, en orden cronológico inverso (es decir, primero el más reciente), los títulos universitarios que habéis cursado. No incluyáis la educación secundaria si ya tenéis un título universitario. Cada elemento de la lista debe incluir las fechas, qué habéis estudiado, dónde, y (si lo habéis terminado) qué calificación habéis obtenido.


El asunto de la calificación, por cierto, merecería un artículo por si solo. En EEUU tienen una cosa llamada GPA (“grade point average”) que es un número de 1 a 4 que representa la calificación media de todas las asignaturas de la carrera. Cada universidad tiene sus propios criterios para calcular el GPA, y suelen dar resultados bastante inflados, lo que nos fastidia bastante a los españoles cuando intentamos calcular nuestro “equivalente-al-GPA” y nos sale un número ridículamente bajo. Por lo tanto, mi consejo es que paséis totalmente del GPA y si tenéis calificación final de la carrera (“aprobado”, “notable”, “sobresaliente”, “matrícula de honor”) la pongáis tal cual, y si tenéis proyecto fin de carrera, lo incluyáis y pongáis qué nota os han dado por él (pero que quede claro que es la nota del proyecto).


A continuación viene el apartado de “experiencia”. Una vez más, tenéis que listar, en orden cronológico inverso, los distintos trabajos que habéis tenido (fechas, empresa, posición). Incluid por cada trabajo dos o tres puntos con vuestras principales responsabilidades y logros. Sed breves, que tenéis poco espacio. ¡Y no incluyáis información confidencial!


Os recomiendo que deis más importancia a la experiencia relacionada con el puesto al que optáis, y minimicéis la que esté menos relacionada. Podéis incluir trabajos voluntarios no pagados si son relevantes; si no lo son, será mejor que tengan sólo una mención en la siguiente sección.


En “otra información relevante” deberíais incluir conocimientos, trabajos voluntarios, y, en general, cualquier cosa que ayude a determinar que sois la persona idónea para el puesto. Pero procurad no pasaros, ¿eh? Algo como “experto en Excel” puede ser interesante en alguien que opta a un puesto de secretariado (aunque hoy en día casi se da por supuesto y sería inútil incluirlo), pero es totalmente irrelevante para alguien que quiere trabajar de programador o de albañil.


Finalmente, las referencias. Buscad a dos o tres personas que os conozcan y puedan hablar de vosotros, decir qué tipos de cosas hacéis mejor o peor, etc. Pueden ser compañeros de trabajo, jefes, profesores, clientes (o ex-compañeros, ex-profesores, etc.) Pedidles permiso para ponerlos de referencia, pero no incluyáis sus datos en el résumé; en su lugar, poned “references available on request”, o sea, que daréis las referencias cuando os las pidan (cuando os las pidan, mandadles una copia del résumé que contenga las referencias). Y cuando os den el trabajo, acordaos de invitarlos a algo :)


Y con esto hemos terminado el résumé, pero veis que este artículo aún continúa, porque todavía falta algo muy importante: la carta de presentación.


Siempre que mandéis un résumé deberíais mandar una carta de presentación (“cover letter”). No la confundáis con una carta de recomendación: la carta de presentación la escribís vosotros mismos. Es una carta breve, de tres o cuatro párrafos, personalizada para el puesto y empresa al que optéis, y en ella decís, básicamente, a qué puesto optáis, por qué queréis ese puesto y por qué sois idóneos para él, y qué beneficios proporcionará a la empresa contrataros. Os daría un ejemplo de carta de presentación, pero este artículo ya se me ha quedado muy largo y hay ejemplos de cartas de presentación por todo Internet (meted “cover letter sample” en vuestro buscador favorito y disfrutad). Antes de terminar este artículo sólo me queda recomendaros que si podéis averiguar quién va a leer la carta de presentación, va a ser mucho mejor, porque así podréis dirigirla directamente a esa persona en lugar de “a quien corresponda”.





 


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